UNA LUZ DE ESPERANZA: Los especialistas no sólo destacaron los malos hábitos. También quisieron dar salidas a esos problemas que nos tiene a todos, de una u otra manera, inmersos en la lucha contra el desorden alimentario.
1.Camine 30 minutos
Cambiar la rutina de llegada y salida del trabajo, del colegio o de la universidad puede hacer una diferencia. Fernando Vio, director de la Unidad Académica de Nutrición Pública de la Universidad de Chile, recomienda caminar 15 o 30 minutos diarios, ya sea de ida o de vuelta.
2. Saque la vuelta
Probablemente a los jefes no les haga mucha felicidad un consejo como éste, pero levantarse de la silla cada dos horas puede ser una muy buena forma de evitar el sedentarismo y no estar en sentados frente a una pantalla durante tanto tiempo.
3. Bienvenida fruta
Según Fernando Vio, “comemos muy pocas frutas y ensaladas” y ese hábito es uno de los primeros que hay que revertir. ¿Cómo? El picoteo de la oficina hay que cambiarlo por esos dos productos naturales. Deben ser al menos dos porciones de frutas y verduras al día, aunque lo recomendable -dice Vio- son cinco para evitar comer azúcares.
4. Vuelvan legumbres
Las legumbres son necesarias para una dieta equilibrada. Fernando Vio comenta que casi han desaparecido de la dieta “con uno o dos kilos de consumo por habitante al año”. Atreverse a usarlas en distintas preparaciones, como ensalada o hamburguesas asadas al horno.
5. Más pescado
Reemplazar una salchicha, un embutido, un pedazo de carne roja por pescado dos veces a la semana puede generar un cambio inmediato en nuestra salud. Según Vio, su escasa ingesta es uno de los pecados que cometen los chilenos. “La mitad del pescado que se consume en el año en el país se come en Semana Santa”, dice; y agrega que mientras en Chile se comen 90 kilos de carnes al año por habitante, el consumo de pescado anual per cápita es de apenas 7 kilos.
Cambiar la rutina de llegada y salida del trabajo, del colegio o de la universidad puede hacer una diferencia. Fernando Vio, director de la Unidad Académica de Nutrición Pública de la Universidad de Chile, recomienda caminar 15 o 30 minutos diarios, ya sea de ida o de vuelta.
2. Saque la vuelta
Probablemente a los jefes no les haga mucha felicidad un consejo como éste, pero levantarse de la silla cada dos horas puede ser una muy buena forma de evitar el sedentarismo y no estar en sentados frente a una pantalla durante tanto tiempo.
3. Bienvenida fruta
Según Fernando Vio, “comemos muy pocas frutas y ensaladas” y ese hábito es uno de los primeros que hay que revertir. ¿Cómo? El picoteo de la oficina hay que cambiarlo por esos dos productos naturales. Deben ser al menos dos porciones de frutas y verduras al día, aunque lo recomendable -dice Vio- son cinco para evitar comer azúcares.
4. Vuelvan legumbres
Las legumbres son necesarias para una dieta equilibrada. Fernando Vio comenta que casi han desaparecido de la dieta “con uno o dos kilos de consumo por habitante al año”. Atreverse a usarlas en distintas preparaciones, como ensalada o hamburguesas asadas al horno.
5. Más pescado
Reemplazar una salchicha, un embutido, un pedazo de carne roja por pescado dos veces a la semana puede generar un cambio inmediato en nuestra salud. Según Vio, su escasa ingesta es uno de los pecados que cometen los chilenos. “La mitad del pescado que se consume en el año en el país se come en Semana Santa”, dice; y agrega que mientras en Chile se comen 90 kilos de carnes al año por habitante, el consumo de pescado anual per cápita es de apenas 7 kilos.
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