Es natural que una mujer pueda sentirse
escéptica sobre hacer ejercicio durante el embarazo. En su cuerpo están
cambiando tantas cosas que tiene sentido que se plantee si el ejercicio
podría hacerle daño a ella o a su bebé. Pero resulta que un programa de ejercicio cuidadoso es bueno tanto para la madre como para el niño y estos tres datos lo demuestran:
Razón 1
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Las mujeres pueden manejar los cambios anatómicos y fisiológicos del embarazo mejor cuando están en buena forma. También toleran mejor el parto y después se recuperan más rápidamente”.
Las mujeres embarazadas que levantan
pesas deben enfatizar la mejora del tono muscular, sobre todo en la
parte superior del cuerpo y el área abdominal, según la American
Pregnancy Association. A tomar en cuenta
Razón 2
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El bebé también se beneficia.
Un estudio encontró que cuando una futura madre hace ejercicio, su feto
obtiene beneficios cardiacos en la forma de ritmo cardiaco fetal más
bajo. Además, el Colegio estadounidense de ginecólogos y obstetras
(American College of Obstetricians and Gynecologists, ACOG) recomienda
que las mujeres embarazadas hagan al menos treinta minutos de ejercicio
moderado la mayoría de días de la semana.
Razón 3
Para elegir qué tipo de ejercicio hacer,
una mujer debe tomar en cuenta su nivel de acondicionamiento físico
antes del embarazo, sugirió el Dr. Thomas Wang, médico de familia de
Kaiser Permanente, en San Diego. “Muchas cosas dependen del nivel de
aptitud física que tenían antes”, dijo Wang. Una futura madre
debe participar en actividades que provean un buen nivel de esfuerzo sin
llevar su cuerpo al límite de su condición actual. Si apenas
comienza con un programa de aptitud física para mejorar su salud durante
el embarazo, debe comenzar lentamente y tener cuidado de no agotarse
demasiado.
A tomar en cuenta
- Evita hacer ejercicio hasta el punto del agotamiento o la falta de aire, pues podría afectar el suministro de oxígeno del feto.
- Evita sobrecalentarte, puede afectar el desarrollo del bebé. No hagas ejercicio cuando haga calor.
- Durante el segundo y el tercer trimestre, evita el ejercicio que implique estar de espaldas porque disminuye al flujo sanguíneo a la matriz.
- Evita levantar las pesas por encima de tu cabeza, y realizar ejercicios que fuercen los músculos de la zona lumbar de la espalda. “Varios estudios han mostrado que levantar cosas pesadas causa una reducción temporal del ritmo cardiaco del bebé“, apuntó Wang. “Por lo general se corrige bastante rápidamente, pero sería mejor tener cuidado”.
- La mayoría de las mujeres embarazadas también pueden trotar, correr y hacer aeróbicos, sobre todo si eran ejercicios que hacían con regularidad antes del embarazo.
Aunque tal vez parezca que hay
demasiadas precauciones para algo que se supone es seguro, los médicos
insisten en que las mujeres pueden y deben realizar un programa de
acondicionamiento físico bien planificado durante su embarazo.
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